II.12.
Andalucía.
No aceptamos la
existencia de una nacionalidad andaluza en base a la cual potenciar un
movimiento de liberación nacional.
La
vía autonomista es potenciada por los partidos PSOE, PCE y PSA, partidos de
líneas burguesas, y por el MCA, PAU-PTA. Basan su política en la construcción
de un aparato estatal adaptado a las particularidades de Andalucía, que
significan un reforzamiento del aparato estatal ya existente y perfecciona los
aparatos de dominación de la burguesía.
Esta política
autonomista potencia el chovinismo y es un enemigo de la unidad de la clase.
Estamos contra la manipulación de las reivindicaciones obreras asociándolas al
proyecto de autonomía burgués.
Las formas específicas
que adoptan la explotación y la opresión que pesan sobre el proletariado y
otras clases populares en Andalucía, tienen sus raíces en el desarrollo
desigual del capitalismo, que es resultado de las diferentes relaciones de
fuerza que se han dado en la formación de la burguesía como clase dominante, a
partir de la alianza de la aristocracia terrateniente con la burguesía
industrial y comercial.
La Andalucía
subindustrializada y con índices de paro superiores a la media es la otra cara
de la moneda de un desarrollo capitalista concentrado en Madrid, Barcelona,
Valencia, Vizcaya y Guipúzcoa. En estas cinco provincias se sitúa el 48% del
valor añadido bruto de toda la industria, contando con el 35,9% de la población
activa. En las provincias andaluzas está situado el 10,19% del valor añadido
bruto de toda la industria contando con el 14,7% de la población activa.
De
estas cifras obtienen los políticos e ideólogos burgueses y pequeño-burgueses sus ideas para elaborar las teorías sobre la desigualdad regional, y
sobre esa base deducir la “explotación” de unas regiones por otras.Pero estas
teorías olvidan:
1. El proletariado de las regiones
llamadas ricas está explotado y oprimido y no participa en ningún beneficio por
pertenecer a una comunidad “rica”. Las grandes concentraciones urbanas de
Madrid y Barcelona albergan cientos de miles de trabajadores, la mayoría
procedentes de otras provincias, que junto a los nacidos en dichas localidades,
sufren la explotación económica y la opresión política e ideológica de las
clases dominantes.
No existe, pues, una relación de
dominación de los habitantes de la región rica sobre la región pobre, sino unas
relaciones (económicas, políticas e ideológicas) de opresión y de explotación
de clase en el interior de cada región.
2. El desarrollo de las sociedades
anónimas, por una parte, y la extensión del capitalismo a todo el territorio
del Estado español, por otra, hacen que los burgueses nacidos en Andalucía
obtengan sus ingresos de la explotación de la clase obrera del Estado, no
únicamente de la que es explotada en Andalucía.
3. La burguesía local, entendiendo así,
la que tiene materializado el capital en medios de producción situados en
Andalucía, obtiene sus ingresos de la plusvalía extraída de la explotación del
proletariado. Las relaciones comerciales con otras fracciones burguesas, o con
los capitalistas imperialistas extranjeros, no implican que sus intereses
políticos la sitúen al lado de los trabajadores explotados y oprimidos, sino
que sigue dominando el carácter burgués de sus intereses.
Con
estos puntos queremos decir que la explotación y opresión capitalista sobre el
proletariado es hoy una realidad a nivel de todo el Estado, realizada
colectivamente la dominación sobre la clase obrera por la clase burguesa en su
conjunto. Un burgués andaluz explota y oprime a los obreros del Estado, y un
obrero cuya vida se desarrolla en tal o cual localidad es explotado y oprimido
por el conjunto de la clase burguesa.
II. Diversas
resoluciones sobre la situación actual de la lucha de clases.
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